Con el inicio del año escolar, garantizar que los niños cuenten con su esquema de vacunación completo es esencial para prevenir enfermedades, algunas de ellas potencialmente graves. El Prof. Dr. Ricardo Iramain, Jefe del Departamento Emergencias Pediátricas de la FCMUNA, enfatizó la importancia de mantener al día las vacunas, especialmente ante el brote de tos ferina registrado recientemente en el país.
Entre las inmunizaciones fundamentales, destacó la vacuna DPT, que protege contra la difteria, la tos ferina y el tétanos. Esta debe aplicarse a los 2, 4 y 6 meses de edad, con un refuerzo al año y medio y otro a los cuatro años. “Muchos padres olvidan este último refuerzo, pero es crucial para una protección efectiva”, señaló el especialista.
La tos ferina, causada por la bacteria Bordetella pertussis, comienza con síntomas similares a una gripe, pero evoluciona hacia una tos intensa y persistente, conocida popularmente como hu’u jagua (tose como perro), que puede poner en riesgo la vida del niño.
Otra vacuna relevante es la antigripal, recomendada para todos los niños desde los seis meses de edad. “Es ideal aplicarla en los primeros días de marzo, antes de la llegada del otoño. En el caso de bebés menores de seis meses, sus padres y cuidadores deben inmunizarse para ofrecerles una protección indirecta”, explicó el Prof. Dr. Iramain.
Asimismo, destacó la importancia de la vacuna contra el meningococo, que se administra a partir de los nueve meses de edad, con un refuerzo tres meses después. Esta enfermedad puede provocar meningitis, una inflamación del cerebro que puede tener consecuencias graves. La vacuna contra el rotavirus, aplicada a los 2 y 4 meses (o hasta los 6 meses, según la marca), previene cuadros severos de diarrea y gastroenteritis, cuya incidencia sigue siendo alta en las salas de urgencias pediátricas.
En cuanto a las enfermedades respiratorias, el especialista advirtió sobre el incremento de casos de bronquiolitis, incluso en verano, debido a los cambios bruscos de temperatura. “Pasar de 40 °C a 22 °C afecta la mucosa respiratoria. Además, el uso inadecuado del aire acondicionado agrava la situación. La temperatura ideal debe mantenerse entre 22 y 23 °C, evitando exposiciones prolongadas a 16 °C”, aconsejó.
Finalmente, el Dr. Iramain celebró la adquisición de 90.000 dosis de la vacuna contra el virus respiratorio sincitial, principal causante de la bronquiolitis, pero que sería bueno que el gobierno invierta más presupuesto en la compra. “Países como Chile han reducido los casos en un 82% gracias a esta vacuna. Invertir en prevención no solo salva vidas, sino que también reduce los costos del sistema de salud”, concluyó.
Mantener el esquema de vacunación actualizado y adoptar medidas preventivas son acciones clave para proteger la salud infantil y garantizar un regreso seguro a las aulas.
San Lorenzo, 20 de febrero de 2025