Ante la llegada inminente del frío, el jefe de la Cátedra y Servicio de Pediatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA – Hospital de Clínicas, Prof. Dr. Jimmy Jiménez, alertó sobre el aumento de enfermedades respiratorias, especialmente en la población infantil.
“El paraguayo no está biológicamente adaptado al frío”, explicó el Dr. Jiménez, señalando que nuestro organismo responde mejor a climas templados o cálidos. “Cuando la temperatura baja bruscamente, por ejemplo de 30 a 20 grados en pocas horas, el impacto sobre la salud puede ser inmediato”, advirtió
Niños, los más vulnerables
El especialista enfatizó que los niños pequeños constituyen el grupo más expuesto, ya que sus defensas aún están en desarrollo. “Los cambios bruscos favorecen los contagios virales, que pueden complicarse con infecciones bacterianas, especialmente cuando hay hacinamiento o mala ventilación”, explicó.
Recomendó abrigarlos adecuadamente al salir y mantener una temperatura confortable dentro de los hogares, sin recurrir a prácticas riesgosas. “Sabemos que muchas familias en zonas rurales y urbanas recurren al brasero de carbón, pero usarlo en espacios cerrados puede provocar intoxicaciones graves. Dormir con brasero encendido está absolutamente contraindicado”, alertó.
Frío y humedad: una combinación peligrosa
Las lluvias previstas no solo aumentan la sensación térmica de frío, sino también la proliferación de agentes infecciosos. “El cambio climático está generando extremos de temperatura más marcados. Aunque hoy la gente tiene más acceso a ropa de abrigo, nuestras viviendas siguen siendo vulnerables: puertas y ventanas permiten el paso del viento sur”, comentó Jiménez.
Lecciones del COVID-19: evitar el contagio
La pandemia dejó enseñanzas que siguen vigentes. “Evitar el contacto con personas que presentan síntomas sigue siendo una de las medidas más efectivas para frenar la propagación de virus respiratorios”, subrayó.
Llamó a los padres a ser responsables con el envío de sus hijos a la escuela. “Es mejor que un niño falte un par de días que exponer a toda la clase. Si tiene fiebre o síntomas respiratorios activos, debe quedarse en casa”, recomendó. No obstante, aclaró que los niños con cuadros alérgicos pueden seguir tosiendo hasta 15 días sin estar ya contagiosos. “Eso debe ser evaluado por el médico para evitar rechazos injustificados en las escuelas”.
Infusiones y medicamentos: precaución en menores
Consultado sobre las infusiones caseras, fue contundente: “No deben administrarse a menores de dos años. Muchas veces se desconoce su composición o dosis segura. Incluso los medicamentos comerciales tienen restricciones en lactantes”. Valoró la medicina tradicional guaranítica, pero advirtió que su uso debe ser muy cuidadoso en la infancia.
Prevención con responsabilidad social
La Cátedra de Pediatría impulsa una estrategia activa de educación en salud. Estudiantes y residentes realizan charlas en salas de espera, internados, escuelas y comunidades indígenas. “Llegamos donde está la gente para que comprendan la importancia del autocuidado y la prevención”, destacó.
También se promueven campañas internas de limpieza y control de vectores dentro del hospital, aunque reconoció que la falta de personal dificulta su implementación en todo el campus.
Nuevas herramientas para proteger a los lactantes
El Dr. Jiménez anunció que la Cátedra se adhirió a la campaña de prevención contra el virus sincitial respiratorio (VSR), una de las principales causas de hospitalización en bebés. “Estamos utilizando anticuerpos monoclonales para recién nacidos y lactantes, lo que reduce considerablemente el riesgo de infecciones graves durante el invierno”, explicó.
El mensaje final
“El frío puede ser tan peligroso como el calor extremo. La prevención, el cuidado adecuado en el hogar y en la escuela, junto con el acceso a tratamientos modernos, son fundamentales para proteger a nuestros niños en esta temporada”, concluyó el especialista.
San Lorenzo, 27 de mayo de 2025
