La Mg. Dra. Sandra Ocampos Benedetti, coordinadora alterna de la Comisión Curricular Permanente y Jefa del Departamento de Desarrollo de la Docencia de la Dirección Académica, forma parte de la evaluación del nuevo currículum de Formación de Médicos de la Universidad Nacional de Asunción.
“La función de evaluación la estamos ejerciendo desde la Comisión Curricular Permanente, como coordinadora alterna, junto con el coordinador general, el Mg. Prof. Dr. Andrés Szwako, Director Académico y el Prof. Dr. Ignacio Ortiz, coordinador de la carrera en Medicina. El cambio curricular comprendió pasar el internado rotatorio, la práctica pre-profesional supervisada dentro del grado, en el sexto año de nuestra carrera. Además, otro giro importante fue pasar de un currículum tradicional a un currículum orientado a competencias”, explicó la docente.
En líneas generales, desde el punto de vista de la gestión de un currículum híbrido, Medicina aún conserva las asignaturas ya conocidas, pero se crearon espacios explícitos de integración, con el modelo por competencias. Otro cambio importante fue la semestralización, ya que se desarrollaba un currículum tradicional anual representando también un gran desafío. “En este momento, año 2023, estamos ante la primera cohorte de médicos egresados con el nuevo currículum que comenzó a implementarse en el año 2017. Y en ese contexto, el reglamento de la malla curricular innovada, contempla la evaluación, de medio término, y luego al final; A partir de ahí, cada tres años, una evaluación general trianual, para generar evidencia que permita la mejora continua”, agregó la Mg. Ocampos Benedetti.
Dicha evaluación está planteada como una evaluación multimétodo, una evaluación curricular, no solamente desde los documentos, sino también que levante información acerca de la percepción de los actores claves, que son los estudiantes y los docentes, y además la satisfacción de los mismos con respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje dentro de este nuevo currículum.
“El proceso de evaluación se planteó como una investigación evaluativa, estableciendo tres fuentes de levantamiento de información: en primer lugar, un análisis documental, para evaluar los programas de asignatura, para los cuales se crearon matrices que valoraban los aspectos de formato, digamos, para que todos tengamos el mismo formato de programa de asignatura. Y además aspectos cualitativos como coherencia y consistencia interna, y la modificación de matriz con los indicadores de la ANEAES”, manifestó.
Los miembros de la Comisión Curricular evaluaron los documentos que correspondían a los programas de asignatura en base a la matriz de análisis. La división de ese trabajo se basó en la expertiz de cada uno de los miembros, de Área Básicas y del Área Clínica.
La segunda fuente fueron los estudiantes. La técnica seleccionada para el levantamiento de la información fue grupos focales, divididos en tres. El criterio de inclusión para los grupos fue la voluntad de participar y tener la representación de todos los semestres de la carrera. “Dividimos un focus group del Área Básica con representación de todos los estudiantes, del 1ro. al 6to. semestre y dos focus group para el Área Clínica, por su complejidad, además los estudiantes representados del 7mo. al 10mo. semestre, incluyendo el internado rotatorio. El guión de este focus group se basó en el modelo FODA, acerca de las fortalezas, las debilidades, las oportunidades que encontraron y las amenazas posteriores y sobre todo, levantar las sugerencias desde su percepción de ajustes”, indicó la docente.
Con esa misma matriz se recurrió a la tercera fuente, la información obtenida de los profesores. “Pero no trabajamos solamente con el profesor jefe de cátedra, sino con todo el grupo de instructores que son los que están con los estudiantes. El guión se basó también en el sistema FODA, para poder luego contrastar o triangular la información. Trabajamos con cada equipo, trabajando con cada asignatura. Volvimos a escucharles y a retornarles primero las otras fuentes de información y luego levantar la información desde las bases”.
En este momento ha finalizado ese proceso, y actualmente se encuentra procesando toda la información en las matrices para luego contrastar, hacer un informe y, por supuesto, proponer los diferentes escenarios de ajustes y mejoras ante las autoridades pertinentes, ya para el periodo 2024, 2025. “El director académico, el Consejo Directivo y Decano, que son los que tomarán finalmente las decisiones acerca de cuál de los escenarios o cuál de las propuestas de ajustes son las más viables y cuáles de ellas se podrían hacer a corto, mediano y largo plazo”.
Todo este proceso se va retroalimentando y mejorando a medida que se desarrolla. Se van generando nuevas ideas que puedan otra vez traer mayor innovación, por lo tanto requieren más recursos que vayan acompañando los ajustes y mejoras, entre los que se encuentra, por ejemplo, contar con un laboratorio de simulación, que ya se encuentra en la agenda de las autoridades.
San Lorenzo, 02 de noviembre de 2023.-