El 11 de abril se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson, una oportunidad para aumentar la conciencia sobre esta afección y destacar la importancia de un enfoque integral en su manejo, destaca la Dra. Noelia Obelar, especialista del Departamento de Neurología Adultos del Hospital de Clínicas de la FCMUNA. Con un tratamiento personalizado, los pacientes pueden mantener su independencia y mejorar su calidad de vida.
La enfermedad de Parkinson es neurodegenerativa y se caracteriza por la pérdida de neuronas dopaminérgicas. Presenta una gama de síntomas que van desde el temblor en reposo hasta la lentitud de movimientos, afectando de manera más frecuente a los hombres. La neuróloga puntualizó que existe un Parkinson juvenil que afecta a pacientes menores de 50 años, un Parkinson familiar que se caracteriza por presentarse a edades más tempranas que aquellos pacientes que no tienen enfermedad de Parkinson familiar, que se presenta después de los 60 a 70 años de edad.
Además de los síntomas motores típicos, como la rigidez y la bradicinesia (ralentización del movimiento o reducción progresiva de su velocidad), la Dra. Obelar destacó los trastornos del sueño REM, que se caracteriza por conductas motoras vigorosas, en la que el paciente sueña que está haciendo una actividad y realiza estando dormido. Dijo que estas son posibles señales premonitorias, así como los trastornos olfatorios.
“El paciente tiene una marcha característica que es dar pasos pequeñitos camina lentamente. Tiene mucha lentitud para realizar sus movimientos, por ejemplo, cepillarse los dientes o peinarse realiza de una forma muy lenta, como parte también ya de los síntomas de la enfermedad”, acota.
Aunque no existe un tratamiento curativo, la Dra. Obelar subrayó la importancia de aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Si bien la cirugía es una opción para algunos, no todos los casos son candidatos debido a la variabilidad de síntomas entre la enfermedad de Parkinson y otros trastornos similares, conocidos como parkinsonismos.
El diagnóstico, basado en la historia clínica y el examen físico, recae en el neurólogo, quien juega un papel fundamental en el tratamiento y seguimiento de los pacientes. Agregó la especialista que también existen métodos auxiliares, de estudio genético, pero eso es muy difícil en nuestro país, por los costos.
Los pacientes con sospecha de padecer la enfermedad pueden consultar inicialmente consulta en la atención primaria y ellos son los que derivan al neurólogo. Para tomar una cita deben acercarse a solicitar todo de manera presencial en la secretaría del Departamento de Neurología Adultos, de lunes a viernes, de 7:00 a 13:00.
Ejercicios y dieta. Además de la atención médica, el ejercicio y la alimentación son componentes esenciales del tratamiento no farmacológico. La doctora Obelar resaltó que el ejercicio, dirigido a mejorar el rango de movimiento y la postura, junto con una dieta equilibrada, pueden contribuir a la calidad de vida del paciente.
El fin de todos los ejercicios es conseguir que los pacientes puedan ser autónomos y valerse por sí mismos durante el mayor período de tiempo posible, mejorando así su calidad de vida y su relación con las personas y con el entorno.
Por otro lado, la dieta en los pacientes que conviven con la Enfermedad de Parkinson debe tener ciertos cuidados para no interferir con la eficacia de la medicación y evitar otros problemas. Entre los desarreglos más comunes está lo que se llama interacción fármaco-alimento, para evitarla hay que evitar comer platos ricos en proteínas (carne, huevo, lácteos) cerca de la toma de la medicación.
“Se aconseja la toma del medicamento de 30 a 60 minutos antes de la comida, pero no existe una dieta especial para pacientes con Parkinson. Hay investigaciones que respaldan el concepto de que una dieta mediterránea puede ser neuroprotectora y puede ralentizar la progresión de la enfermedad”, dijo finalmente la doctora Obelar.
San Lorenzo, 10 de abril de 2024.-