El 2 de abril se conmemoró el Día Mundial de Concienciación del Autismo, que son los trastornos del espectro autista (TEA), una condición en la que los niños tienen problemas con la comunicación, la interacción social, manifiestan conductas o intereses restrictivos o repetitivos. Al respecto la especialista en psicología infantil y juvenil del Departamento de Psicología de la FCM-UNA, Lic. Sandra Ayala, dijo que cuanto más rápido el diagnóstico hay un mejor pronóstico.
La psicóloga señaló que cuando se refieren a TEA se habla del trastorno generalizado del desarrollo con un chico que está en un periodo psico evolutivo, donde está adquiriendo sus habilidades sociales y su desarrollo neurológico. Dijo que debe llamar la atención que de manera repentina se corta el proceso de empezar a hablar.
“Normalmente lo que nos tiene que llamar la atención, como un signo de alerta, es si mi niño pudo desarrollar algunas habilidades y hoy en día no lo está haciendo. Puede ser que un niño de un año, pudo tener un proceso evolutivo normal, es decir la madre dice que el niño tenía ya las condiciones como para empezar a hablar, balbuceaba, decías las primeras palabras y de repente empezó el niño a no emitir sonido, dejó de hablar, de decir palabras”, resaltó.
Mencionó que la comunicación es muy importante y que esta abarca también la comunicación no verbal. Agregó que una de las cosas que tenemos que tener en cuenta con los chicos en esta condición es que la interacción social está afectada desde el primer momento.
Detalló que un niño que está en proceso de desarrollo, su primer contacto social es la mirada, y en dicho sentido cuando ve a la mamá llora buscando el vínculo, callándose cuando sube a sus brazos. En cambio, un bebé con posible TEA no es demandante, se queda solo en la cuna, parece demasiado bueno, de acuerdo a referencia que dan los padres.
La psicóloga refirió que cuando este niño llega al consultorio psicológico probablemente pasó también por neurología, porque a veces el pediatra deriva neurología; neurología deriva psicología, pero puede ocurrir de manera inversa. Añadió que la madre tuvo un embarazo sin complicaciones, en la parte física el bebé nació bien desarrollado, sin características de síndromes, pero resulta que este niño es como que no puede desarrollar el lenguaje para poder relacionarse.
La especialista en psicología infantil y juvenil del Departamento de Psicología de la FCM-UNA, Lic. Sandra Ayala, dijo que hay tres grandes indicadores para diagnosticar TEA. Uno es la interacción social y también está el nivel de comunicación.
Otro indicador son los patrones de conductas, que son algunas estereotipias (movimientos repetitivos, generalmente coordinados y rítmicos, que se realizan siempre de la misma manera). En dicho sentido, por ejemplo, el niño puede caminar en puntas, puede hacer giros con el cuerpo, se puede quedar embelesado en un sentido mirando un ventilador o viendo algo que gira, en el componente digamos lúdico solamente son giros, le gustan las ruedas, los autos, le gusta girar con un objeto, es como que no hay un desarrollo normal si le quisiéramos llamar de esa manera, dijo.
Remarcó que el signo de alarma más grande para los padres va a ser cuando tenga tal vez dos años, momento en que empieza a compararlo con otros hijos si los tiene. En dicho sentido, dirán que al año o a los dos años, ya sus otros hijos hacían una cosa que su hijo menor todavía no puede hacerlo.
Son muy selectivos, a veces tienen una hiperactividad e hipersensibilidad auditiva lo que hace que cualquier ruido le perturbe. Por ello, es importante conocer a partir de qué estímulo desarrolla alguna conducta, para que los profesionales puedan centrar su trabajo en ayudarle.
La hipersensibilidad auditiva hace que muchas veces no puedan relacionarse en ambientes públicos como parques, shopping y ni tan siquiera ir a cumpleaños, porque hace que se alteren y se auto agreden. Llevan mucho las manos a los oídos, demostrando la alteración que les produce el ruido, entonces todas esas conductas mamá y papá tienen que ser un signo de alerta.
En tanto en la etapa escolar no se integra al juego con los demás niños del grupo, por lo que puede estar con sus compañeros, pero en realidad permanece aislado en su mundo. Normalmente son selectivos ya que tienen como un patrón de conducta, utilizan un solo juguete, siempre se aísla tanto en la escuela como en la casa.
Recomendaciones para la escolaridad
La psicóloga señaló que cuando se escolarizan los padres deben pensar en un ambiente que va a ser positivo para el niño con autismo. Principalmente que no sean con muchos niños, porque ellos el hecho de tener tanto estímulo afuera le hace mal, entonces debe ser en una institución donde existan menos niños y la atención sea más personalizada, que la maestra pueda estar más tiempo con él.
“El proceso de poder aprender tal vez no sea por los canales digamos normales si le queremos llamar de alguna manera. A veces tenemos que utilizar herramientas que son más pedagógicas para que ellos puedan aprender. Los chicos con síndrome de Asperger, que son los autistas de alto rendimiento, demuestran que su capacidad intelectiva es superior, es buena, en alguna de las áreas de la inteligencia tiene habilidad de potenciar sus intereses, pueden tener un buen rendimiento en un nivel académico no así en su interacción social”, acotó.
Tratamiento
Afirmó que cuanto más rápido el diagnóstico mejor pronóstico, porque los profesionales van a empezar a trabajar las áreas que se necesitan, en un trabajo multidisciplinario. También deben trabajar en forma coordinada con mamá, papá, casa, familia, profesionales, para luego ir incorporando la parte académica/ educativa.
“Si estamos hablando de un chico de un año, dos años, probablemente, es el mejor tiempo que tenemos para ir ajustando todo lo que necesitaría el niño para después y eso se llama psicología que es estimulación temprana en esa etapa, fonoaudiología, neurología. Después vamos a ir incorporando psicopedagogía cuando ya esté próximo a la escolaridad”, manifestó la Lic. Sandra Ayala.
Además, dijo que, para los casos severos, por ciertas conductas, también se da participación a un psiquiatra que le debe medicar al niño. Además, dijo que hay casos de niños que tienen un desarrollo lento, que aprende a hablar recién a los 5 años, pero ya se le encasilla al paciente como autista bajo la creencia de que aquel que tiene TEA no habla.
No obstante, dijo que se pueden crear ciertos componentes ambientales para que la persona con autismo pueda tener una vida más funcional, más llevadera. Sobre todo, a fin de que pueda desarrollarse como un ser humano útil para sí y para la sociedad.
Respecto a los días de consulta, la especialista en psicología infantil y juvenil del Departamento de Psicología de la FCM-UNA, Lic. Sandra Ayala, dijo que en la Cátedra y Servicio de Pediatría de la FCM-UNA y el Hospital de Clínicas atiende los jueves de 13:00 a 17:00, pero los padres deben agendar primero la cita. En caso de que se trate de la primera consulta, debe ser atendido antes por un pediátrica general del Hospital escuela quienes el que deriva luego con psicología.
Recordó que la Secretaría Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad (Senadis) también es un centro de referencia.
San Lorenzo, 03 de abril de 2023.
