En el marco del aniversario del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, la Prof. Dra. Susana Repka, jefa de la Unidad de Alergia, Asma e Inmunología destacó que el Hospital Escuela celebra más que 130 años de historia, con un espíritu inquebrantable de aquellos que han hecho de la institución un pilar de la salud y de la esperanza en Paraguay. La misma vivió las distintas etapas dentro de la institución, estudiantes, residente, médica y docente.
Mencionó que su Promoción 1988 dejó una huella imborrable en la historia de la Facultad. “Figuras como el profesor Gustavo Machain y el profesor Luis Bogado Yinde, quienes se destacaron como vicedecanos, son solo algunos de los notables de nuestra promoción. Cada uno de mis compañeros, con su trayectoria académica y profesional, ha contribuido significativamente al crecimiento de nuestra institución. Muchos ya están jubilados, descansando de la vida hospitalaria, pero su legado perdura«, recuerda la Dra. Repka.
Algo que marcó a la docente fue el gran sentido de responsabilidad de los médicos residentes, de no abandonar las guardias, de estar al pie de la cama, siempre al lado del paciente, con vocación de servicio. Igualmente, el compañerismo entre sus pares y la calidad de los profesores que les formaron.
Durante la dictadura
“Éramos jóvenes y teníamos miedo, pero la solidaridad nos mantuvo firmes”
Por otro lado, el Hospital de Clínicas no solo ha sido un centro de atención médica, sino también un testigo de la historia paraguaya. «Es imposible olvidar lo que vivimos durante la dictadura de Alfredo Stroessner. Como médica interna, enfrenté las peores represiones. Recuerdo a grandes líderes como el Dr. Carlos Filizzola, el Dr. Jorge Querey y la Dra. Desirée Massi. También recuerdo a enfermeras valientes como Aida Robles y Elsa Mereles. Éramos jóvenes y teníamos miedo, pero la solidaridad nos mantuvo firmes«, comenta.
La Dra. Repka destaca el apoyo incondicional de las religiosas vicentinas, como la hermana Ramona, quienes siguen apoyando al hospital y a sus pacientes con una devoción inquebrantable. «Su presencia es una constante fuente de consuelo y apoyo, tanto para los pacientes como para el personal médico«, añade.
Al reflexionar sobre su formación, la Dra. Repka menciona con gratitud a sus mentores: «Tuve la suerte de aprender de maestros como el Profesor Rodas Ortiz, el Profesor Moreno Azorero, la Dra. Jazmín Vera de Rufinelli y el Profesor Silvio Espínola, quien me formó en Alergia e Inmunología. Su dedicación y enseñanza son parte integral de mi carrera».
A lo largo de los años, el Hospital de Clínicas ha crecido y evolucionado en cuanto a equipamiento e infraestructura, así como en servicios, aunque aún enfrenta desafíos. «Sueño con una Unidad de Alergia bien equipada, con espacios adecuados para nuestros pacientes y los estudios necesarios. Nos faltan recursos materiales, pero seguimos adelante con esperanza y determinación», expresa la Dra. Repka.
Concluye con una reflexión sobre el compromiso de quienes trabajan en el hospital: «Creo que como en todas las instituciones, estamos de todo tipo aquí. Hay gente que se mata por el hospital y los pacientes, y otros que solo tratan de cumplir con lo mínimo y a otra cosa. Pero la mayoría estamos aquí por amor al hospital y a nuestros pacientes, no precisamente por incentivos económicos. El verdadero incentivo es el servicio y el bienestar de quienes dependen de nosotros«, afirmó.
San Lorenzo, 17 de julio de 2024
