Día de la Madre: Combinar la vida laboral con la maternidad no es fácil, pero es posible gracias al amor

En el Día de la Madre, deseamos rendir un homenaje muy especial a la maternidad en toda la extensión de la palabra, este rol fundamental en el desarrollo del ser humano, que se vive en diversas realidades y contextos, pero que en todas tiene un denominador común: el amor como motor. Dos mujeres trabajadoras y madres, comentan sus experiencias y brindan consejos desde su lugar.
María del Carmen Vargas, trabaja en el Hospital de Clínicas de la FCMUNA hace 12 años, en Servicios Generales, realizando la limpieza de consultorios y otras dependencias. Es mamá de cinco hijos, Hugo, María del Carmen, Ana Karina, Camila Alexandra y Luz Valentina. Pese a llevar la maternidad sola logró compaginar su vida laboral y familiar, cuidando a sus hijos, de los cuales hoy tres ya son profesionales y dos están estudiando en la escuela y  colegio.
Planchaba y limpiaba las prendas en una empresa de vaqueros durante 10 años; después de eso, trabajé en una fábrica de prendas de ropas que quedaba frente de la casa que alquilaba. Eso me ayudó muchísimo, porque yo iba y venía a controlarles a mis hijos. De noche ya cocinaba todo, lavaba las ropas y así. De mañana temprano me tenía que levantar a extender todo y dejar todo en orden para ellos. Para la escuela, ellos se bañaban y después yo los buscaba y llevaba. Después volvía a mi trabajo”.
Actualmente se encuentra cursando el segundo año de Enfermería y afirma que son sus hijos su mayor apoyo y sostén para no decaer cuando quiere dejarlo todo.  María del Carmen también contó que tuvo una etapa depresiva que con ayuda profesional y también de sus hijos pudo salir adelante. “Hasta ahora me apoyan, porque yo a veces digo que ya voy a dejar la carrera, a veces me siento cansada, digo. Pero ellos me dicen, no mami, tenés que seguir, no vayas a dejar. Yo entré también en una depresión. Estuve muy mal. Y cuando consulté con el psicólogo y la psiquiatra, me recomendaron que vea algo en qué ocuparme. Cuando me pasó esto entendí que la carga fue muy grande para mí. Porque yo fui la que me hice cargo sola, toda la vida de mis hijos”.
Un mensaje de fuerza y perseverancia para otras madres en situaciones similares a ella es que no decaigan, “Yo sé que en la vida todo es difícil. Pero hay que tratar de salir adelante, progresar y no decaer pensando en ellos. También hay que tenerle a Dios muy presente”.
La Dra. Mg. Fátima Ovando es Vice Directora Asistencial del Hospital de Clínicas de la FCMUNA, también es médica, especialista en Infectología Clínica y su título más importante: mamá. Ella ha logrado equilibrar su vida personal y profesional, dedicando tiempo de calidad a su hija Lucía. Hoy aconseja a las mujeres que desean ser madres a no renunciar a ese sueño, organizar su tiempo y estar presentes en la vida de sus hijos. Cree que es posible ser una madre trabajadora y realizada en todos los aspectos de la vida.
Empecé la carrera que más que una profesión realmente es una vocación, te das cuenta desde que estás en la facultad que no hay día o noche, ni feriado y una vez que empezás a trabajar como residente, luego ya como profesional, aspecto en el cual me considero una persona muy afortunada. Siempre digo que hasta hoy hubo dos momentos que cambiaron mi vida, el primer momento fue el día que ingresé a la facultad, porque todo cambió desde allí, la medicina se hizo parte de mi vida, y el segundo cambio fue cuando nació Lucía. Hoy tiene seis años y ella es la luz para mí, justamente su nombre significa la luz del amanecer y para mí fue como un amanecer, hay un antes y un después en mi vida con su presencia”.
La Dra. Ovando destacó igualmente que no es nada fácil la maternidad. “Es un responsabilidad que no tiene día ni hora, igual que la medicina. Hay días que son más difíciles porque los hijos a cualquier edad te necesitan y realmente siempre es la mamá, por más que el papá esté siempre, la que tiene que resolver los problemas y se complica por los tiempos. A veces digo quiero que el día tenga 30 horas. Siempre hago lo imposible por cumplir con Lucía, acomodando mi consultorio incluso en horarios de la noche; porque ella necesita que mamá esté. Siempre es importante que las mujeres tengamos nuestro propio espacio, pero hay veces que hay que renunciar a esos espacios para acompañar a los hijos”.
Normalmente me levanto a las 5 de la mañana, me preparo, luego despierto a Lucía, le ayudo a prepararse, desayunamos, tratamos de compartir esos momentos, le llevo al colegio, y son esos pequeños momentos que hacen que ese vínculo entre la mamá y el hijo o la hija valga la pena. Y las noches por supuesto también son sagradas, ella tiene una rutina, y después de eso, mamá tiene que seguir también con sus actividades, a veces hay que preparar clases, hay que dar charlas, entonces mi día normalmente termina como a las 11 pm. No puedo dormir 8 horas, pero todo realmente me da mucha satisfacción. Me siento una mujer realizada en el ámbito profesional, familiar y algo que yo creo que la mayoría de las mujeres queremos es ser mamá, y me siento muy contenta.
Como mensaje final, la Dra. Ovando alentó a las mujeres que están pensando en ser mamás. “Si quieren ser mamás nunca paren esa meta por nada del mundo. Hay veces también que la naturaleza no permite a una mujer ser madre biológica, pero también están las adopciones. Si una mujer tiene ese sentimiento y esa necesidad de ser mamá, tiene que tratar de llegar a ese objetivo. Y sí, hoy es más difícil y se habla mucho del tiempo de calidad. Yo creo que hay que invertir el tiempo que se pueda en los hijos”.

San Lorenzo, 13 de marzo de 2024.-

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