Desde la FCMUNA afirman que las conductas violentas son tratables mediante estrategias de educación y el rompimiento de patrones culturales

Prof. Dr. Julio ToralesEn Paraguay, durante el primer semestre del 2023 se ha registrado una treintena de casos de feminicidios. En ese contexto, el jefe de la Cátedra y Servicio de Psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, Prof. Dr. Julio Torales señala que el aumento de la violencia de género en Paraguay se debe a la impunidad y a patrones culturales que perpetúan la desigualdad.Afirma que la conducta violenta es tratable a través de educación, y destaca la importancia de prevenir y tratar la violencia desde la infancia.
Dijo que si bien existen personas que puedan tener algún trastorno que los vuelva más irritables o violentos, generalmente ese no es el caso. “Se trata más bien de entender que estamos frente a patrones culturales que se repiten o se van creando debido a la impunidad y de desigualdad de géneros”.

Aplicar estrategias de educación desde la casa

En ese sentido, el especialista resalta el valor de la educación recibida tanto en la familia como en el colegio, y de aplicar estrategias de educación desde la casa, que apunten a la igualdad de las personas, y de entender que no hay personas de primera ni de segunda, ni con poder sobre los demás por su sexo o por su forma de ser, sino que todas las personas son iguales, libres en dignidad y derechos.
“Ya en la crianza, desde la casa, se enseña que hay un sexo superior al permitirle al varón hacer cosas que a una mujer no le son permitidas. Por ejemplo, el hecho de que tu hijo varón tenga “muchas novias” es premiado por la sociedad, pero que tu hija se atreva a mirarle a dos más, es condenado con muchos apelativos en la sociedad. Y esa es una forma de expresar un desequilibrio de género que hace pensar que así tienen que comportarse las mujeres y así los varones, generando una brecha en la igualdad”, sentenció el Prof. Dr. Julio Torales.
Sostuvo además que la conducta violenta es tratable, y que cuando hablamos de víctimas de violencia intrafamiliar, no solo tenemos que pensar en la víctima, sino en el victimario también. “El victimario tiene que recibir tratamiento y tiene que ser evaluado para ver cómo podemos ayudarles. Sabemos que existen algunas cuestiones que surgen desde la primera infancia y que culturalmente se han insertado en la persona por ende son difíciles de tratar, pero igual podemos brindar ciertas estrategias que permitan que esas personas vayan cambiando ese tipo de actitudes violentas”, remarcó.
La idea de normalidad es relativa y se debe criar a hombres y mujeres funcionales a la sociedad, sin creer en la superioridad de ningún sexo sobre el otro. “Lo que tenemos que evitar caer es en determinar qué tipo de conducta es peor que otra. Cualquier acto de violencia contra la mujer tiene que ser condenable”.
Además, advierte sobre el efecto de la información sobre el suicidio en personas vulnerables y la importancia de ser sensibles al informar al respecto.

San  Lorenzo, 06 de septiembre de 2023.-

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