El Prof. Dr. Agustín Saldívar, jefe del Departamento de Trasplante de Órganos de la FCM-UNA, mencionó la importancia de la unidad académica en el desarrollo científico y asistencial también en el área que le compete, constituyéndose en pionera en trasplante hepático y con el primer banco de tejidos óseos que sirve a otros centros asistenciales. Además, destacó la necesidad de apostar por la cultura de la donación de órganos en Paraguay.
Comentó que con los trasplantes los integrantes de la FCM-UNA, a través de su función asistencial logran un fuerte impacto en el desarrollo científico y docente, al formar especialistas calificados, a la par que cumple su rol investigador. Recordó que en el 2014 se reanudó el Programa de Trasplantes Renales en adultos y en niños en el 2016.
Actualmente el Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA desarrolla el trasplante de córneas, de médula ósea en niños y adultos. Agregó que también se reactivó el trasplante hepático en adultos, destacando que el hospital escuela es el único que desarrolla hasta el momento.
Resaltó los trasplantes de tejidos óseos, que constituye un capítulo muy interesante porque desde el punto de vista oncológico la ablación de ciertos segmentos óseos del cuerpo puede ser sustituidos mediante la provisión del Banco de Huesos y Tejidos del Hospital de Clínicas, a cargo del Prof. Dr. Gustavo Vive. Comentó que esperan que dentro de muy pronto, a través del Servicio de Cirugía Cardiovascular, puedan sumar los trasplantes de corazón.
Por otro lado, mencionó todo lo que implica llevar a cabo un trasplante, desde contar con un equipo multidisciplinario en términos de personal de blanco, no sólo cirujanos vasculares y cirujanos urológicos, sino otros médicos especialistas, personal de enfermería, instrumentación quirúrgica, terapia intensiva, hemoterapia nutrición. Además, también moviliza a funcionarios de casi todo el hospital.
“Cuando hay un trasplante, en el hospital en sí pareciera ser que se prende una lamparita roja, una alarma, y todo el personal está motivado desde el portero, las personas que transportan al paciente, los compañeros del sector de laboratorio, radiología, los funcionarios administrativos que cumple un rol importante facilitándonos todos los elementos que nos faltan”, afirmó.
El trasplante también motiva a la población, porque el paciente que se va a trasplantar es un “paciente órgano terminal”, de acuerdo a la definición. Explicó que, en el caso de tratarse de un órgano único como el corazón y el hígado, que está con insuficiencia, si no llega al órgano de un donante cadavérico fallece el paciente.
Mientras que cuando los órganos comprometidos son los riñones se tiene dos posibilidades ya que se puede apelar no sólo a un donante fallecido sino a uno vivo. Incluso puede esperar, mediante la realización de terapia de diálisis.
Avance
El Prof. Dr. Agustín Saldívar, jefe del Departamento de Trasplante de Órganos de la FCM-UNA, mencionó que haciendo una retrospectiva, mirando 20 años atrás, Paraguay tuvo un avance primero con la creación del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante, que regula y coordina todo lo concerniente al tema, desde la procuración. Además de otras normativas como la más reciente que es la promulgación de la conocida como Ley Anita, por la cual toda persona se convierte en donante presunto; pero, sin embargo, subrayó que la cultura de la donación es aún una barrera difícil de superar en Paraguay.
“La gente quiere enterrar los órganos íntegros. Sin embargo, nosotros sabemos que la vida termina en el momento que llega la muerte y si no enterramos los órganos podemos darle a otras personas para que salven su vida o mejoren su calidad de vida, para lo cual el Estado paraguayo, a través del INAT, tiene un presupuesto en el cual contempla, a través del laboratorio central, el estudio de histocompatibilidad genética de todos los potenciales receptores que están en la lista de espera”, indicó.
Por otro lado, mencionó que también conlleva un gasto económico organizativo la procuración, que hace un grupo de médicos y profesionales de blanco del área de la investigación, haciendo la entrevista a las personas que tienen familiares con muerte cerebral. Igualmente, la inversión que implica la ablación, la movilización de personas, la provisión de insumos, de conservación del órgano y el transporte final a las unidades donde se van a implantar los órganos y ni qué decir con respecto al apoyo económico con medicamento que se le da a cada paciente de por vida, que tiene un costo aproximado de 10 millones de guaraníes por mes.
Banco de Huesos
El Prof. Dr. Gustavo Vivé, director del Banco de Huesos y Tejidos de la FCM-UNA, dijo que su inauguración data del año 2017. Fue mediante un esfuerzo coordinado de un grupo de profesionales que desde hace muchos años atrás dedicaba su tiempo no solo a la práctica médica, sino a la investigación de tejidos como una alternativa terapéutica para aquellos pacientes que no tenían otra opción.
Lo más frecuente eran los tumores óseos que había que resecar toda la parte enferma (manos, brazos, piernas, entre otros) y se quedaban con un gran defecto que no podían los cirujanos llenar con injertos extraídos del propio paciente, por la cantidad necesaria. Resaltó que los primeros componentes del equipo fueron los profesores doctores Jaime Ibarrola, Horacio Lezcano, Francisco Ferreira, Mario Ojeda y el doctor Virgilio Ayala.
Desde ese momento hasta la fecha, mediante un trabajo incesante y fructífero el Banco cuenta con todos los equipamientos necesarios realizando las captaciones, los procesamientos, almacenamiento de los tejidos y luego su distribución a los centros públicos y privados que lo requieran en todo el país. Hasta la fecha el banco cuenta con 83 pacientes injertados con las captaciones, además de 35 donantes cadavéricos registrados.
Comentó que al tejido donado se le realiza una serie de pruebas solventadas por la FCM-UNA. Las mismas consisten en un set de 27 pruebas biológicas para descartar que el hueso captado contenga enfermedades crónicas, infectocontagiosas e inclusive sea portador de un tumor, para luego procesar el producto, retirando todo material que no sea hueso, inclusive la vaina del hueso denominada periostio, y finalmente se congela a 70 grados a la espera de que algún paciente lo requiera.
Donantes
El Dr. Mario Ojeda precisó que los tejidos óseos utilizan también en pacientes traumatizados que no hayan tenido una infección previa. Aclaró que solamente pueden ser donantes las personas mayores de 18 años, ya que la edad tiene importancia con relación a la maduración del hueso, mientras que la edad tope es de 60 años.
Afirmó que acompañan todo el proceso desde la donación, la ablación, el procesamiento de los tejidos y luego la implantación en los pacientes. “Estamos desde el momento doloroso en que tenemos que hacer la ablación hasta el momento de felicidad del paciente que pudo ser beneficiado con un tejido de un donante y eso produce mucha satisfacción”, acotó.
San Lorenzo, 07 de julio2023.-